Suponemos que si estás leyendo este Blog, ya sabes qué es un tóner. Bien porque sueles leer blogs de este tipo o bien porque lo usas habitualmente y estás familiarizado con el producto. Pero si no estás en ninguno de estos casos o simplemente te gusta leernos, vamos a ver con un poco más de exactitud qué es, cómo funciona y de qué partes consta una pieza de tóner para tu impresora láser.
1.- ¿Qué es un tóner?
Es un polvo seco (por eso también se le llama “tinta seca”, del griego xeros) normalmente de color negro, cyan, magenta o amarillo que se utiliza en impresoras láser para formar textos o imágenes en un papel mediante atracción electrostática o magnetografía. Una vez adherido dicho pigmento se fija mediante una presión y calor determinados.
Inicialmente se trataba solo de polvo de carbono. Con el paso del tiempo y con el objetivo de mejorar la calidad de impresión, el carbón se ha combinado con un polímero (encontramos combinaciones con hierro, cromo, cobre, etc.). Si bien es cierto que todos los fabricantes parten de una formulación a partir de componentes base genéricos, no hay dos fábricas con el mismo polvo de tóner ya que cada una luego añade a esta “receta” su propia formulación.
2.- ¿Cómo funciona el tóner?
La impresión mediante tecnología láser se basa en la electricidad estática y se realiza de la siguiente manera:
Cuando comenzamos a imprimir, el cilindro fotosensible empieza a girar, lo que hace que sobre su superficie se vaya formando la imagen que queremos obtener en forma de puntos electropositivos gracias a la acción de un haz de luz láser. Estos puntos a su vez atraen las partículas de tóner electronegativas, lo que hace que sobre la superficie del cilindro comience a aparecer nuestra imagen o texto con los puntos negros de tóner negativo adheridos.
A su vez, el papel es cargado con carga positiva pasando junto a cilindro mientras éste va girando, atrayendo de esta forma los puntos con tóner electronegativo ya adheridos. De esta forma la imagen es traspasada del cilindro al papel.
Por último, estando ya el tóner en el papel, debe ser fundido por el calor y presión para que quede bien fijado.
Para la impresión láser monocromo se utiliza únicamente el tóner negro. Si la impresión es a color, deberemos contar con 4, uno por cada color base.
3.- Partes de un tóner
A continuación vamos a ver con un poco más de detalle cada una de las partes que componen una pieza de tóner.
- Depósito o suministro de tóner:
Es el espacio donde se alberga el tóner que impregna por magnetismo y fija en el papel por la acción del láser.
- Cuchilla limpiadora (wiper blade):
Es la encargada de retirar el tóner que no ha quedado adherido al papel y lo manda al depósito de tóner de desecho. Esta cuchilla es la que produce mayor desgaste en el cilindro y su instalación requiere de un ajuste muy preciso. Si no se coloca adecuadamente, las hojas podrían salir sucias, por el contrario, si está demasiado ajustada, puede dañar el cilindro antes de tiempo.
- Cuchilla dosificadora (doctor blade):
Esta cuchilla es la pieza del cartucho encargada de regular la cantidad de tóner del cartucho que pasa del depósito de tóner al cilindro imantado.
Además de ser una pieza que se desgasta con el tiempo, es uno de los elementos que genera las rayas diminutas que se observan en la impresión.
- Depósito del tóner desperdiciado:
Este recipiente es más pequeño que el del tóner, y su función es recoger el tóner sobrante después de realizada la impresión, ya que este tóner no puede reutilizarse. En ocasiones, este depósito puede ir separado del cartucho (unas veces viene incluido en la caja de la impresora y otras no). Algunas impresoras poseen sistemas de detección de llenado de este recipiente, e impiden seguir imprimiendo hasta que este no sea vaciado o sustituido.
- Rodillo de carga primaria o PCR:
La función de este rodillo es aplicar una electricidad con carga negativa a la superficie del cilindro OPC para que el láser pueda escribir sobre éste. Suele estar hecho con un eje de metal y una cubierta de goma modelada.
- Chips del cartucho:
Estos chips contienen una memoria que le provee identificación dentro de la impresora y tienen una memoria que permite contar el número de impresiones, por lo que permiten verificar el rendimiento del cartucho, número de páginas impresas y los minutos de trabajo. También inutilizan el cartucho después de su uso e impiden su reciclaje directo, por lo que funcionan como una forma de obsolescencia programada.
- Unidad de cilindro OPC (fotoconductor orgánico u Organic Photo Conductor):
Es el elemento sobre el que actúa el láser. Suele ser de aluminio, recubierto en sus primeras épocas con compuestos de selenio y en la actualidad de un material orgánico con propiedades fotoconductoras. Se carga de forma negativa con el rodillo magnético, luego el láser crea el dibujo sobre él ("borra" con luz las partes no impresas quitando el tóner innecesario) e impregna el polvo en la hoja o en el cilindro de transferencia.
- Cilindro imantado (mag roller):
También comúnmente llamado rodillo de alimentación. Es un tubo o cilindro recubierto normalmente de teflón que se encarga de transferir el tóner del depósito al papel.
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